El esmalte está compuesto por dos materiales principales: metal y arcilla. El proceso de hacer esmalte es cubrir una capa de arcilla de porcelana sobre objetos de metal (como hierro y acero), y luego calentarla y sinterizarla para unir firmemente la arcilla de porcelana al metal. Esto forma una estructura en capas en la superficie del esmalte. El metal proporciona el soporte estructural de la copa, mientras que la capa de esmalte trae suavidad, resistencia al desgaste, preservación del calor y otras propiedades.
El proceso de producción del esmalte se remonta a la antigüedad, pero la tecnología de producción industrial moderna ha convertido el esmalte en un producto popular. Las tazas de esmalte generalmente están hechas de hierro o acero como material base y luego se cubren con una capa de esmalte. Este método de producción hace que las copas de esmalte sean relativamente asequibles al tiempo que proporcionan una alta durabilidad y durabilidad.
Por lo tanto, las copas de esmalte familiar utilizadas en la infancia están compuestas de metal y arcilla de porcelana. El metal proporciona resistencia y estructura, y la capa de esmalte hace que las copas sean suaves, resistentes al desgaste y resistentes a la corrosión.














